La humilde casita de Dokuro Yaiba (De humilde poco entra y te rajo ¬¬)

Es un apartamento, normal y corriente de pocos metros, es mas cocina y comedor estan juntos, tipico apartamento de estudiante. Luego consta de una habitacion y un cuarto de baño, para el confort del inquilino.

De pronto mi sueño, es interrumpido por un ser azul bastante feo (sin ofender) asi que sin quererlo me llevo un susto. ¿Acaso la medicacion a dejado ya de funcionar? me pregunto antes de levantarme de la silla.

-¿Se puede saber quien eres?- Pregunto algo borde pues no estoy acostumbrado a recibir muchas visitas.

-Y es mas ¿como diablos sabes mi nombre?-

-Pensamiento: Vale Dokuro ahora ya has caído en la pura locura, ahora ves tipos azules que reparten libretas para matar.- Me dije a mi mismo mientras miraba alucinado al ser que tenia frente a mi, el cual decía ser un shinigami ¿un dios de la muerte?, definitivamente mi locura había alcanzado un nivel superior.

Entonces según tu, con esta libreta, ¿puedo matar a alguien? y nadie se dará cuenta verdad.- Entonces se esbozo una sonrisa sádica en mi rostro parece un buen regalo de Santa Claus, algo que dijera, aquí esta lo que siempre as querido Dokuro, podrás matar a quien quieras.

-Y cuando dices que tendrás que matarme, porque la idea de matar a todos los que quiera, me parece una buena proposición.- Dije con una sonrisa macabra en mi rostro.

Mi sonrisa macabra se amplio pues lo que me decia era muy interesante, poder matar a quien quiera sin preocuparme y que lo bueno de todo, es que para que me muriera yo tenia que ser este tipo azul quien escriviera mi nombre en la libreta cuando llegara mi hora, esto parecia una pelicula de locos, pero que digo yo ya estoy loco.

-Muy bien haz lo que quieras, creo que ya no necesito esas asquerosas pastillas de geriatrico.- Dije esto con una desagradable sonrisa en mi rostro.

-Explicame quiero saber mas cosas de ti, que por lo que veo tu ya sabes mucho de mi.-

Mi sonrisa sadica y macabra se amplio ante las palabras de aquel shinigami, pues era todo muy interesante.

-Muy bien acepto ser el portador de esta libreta hasta que me mates, o muera por otra causa.- Dije con un tono de voz bastante macabro, como ya senti anteriormente, mis ganas de matar a otras personas no podian ser contenidas sin medicacion y el simple echo de imaginar y plasmar en una libreta como a de morir alguien me encanta.

-Tan solo tengo una ultima pregunta. ¿Como sabre yo que la persona anotada en este cuaderno a muerto?-

-Eso yo no te lo puedo resolver, pero puedes comprovarlo llamando a alguien conocido o si es un criminal ir a las noticias.... me olvide de decirte que puedes poner las causas de la muerte, y si no lo haces tendra un ataque al corazon .. bueno si no tienes ninguna pregunta mas que hacer me ire a la cocina para cojer una manzana, por si no lo sabes me gustan mucho las manzanas jaja
<manzanas sabrosas jajaja
[i]

-Bueno no todo iba a ser un camino de rosas, lo que de verdad me importa es que por fin puedo hacer lo que quiera y todo gracias a esta libretita que me as dado.- Dije manteniendo una sonrisa en mi rostro.

Me volvi a sentar en la mesa, con la Death note abierta, ¿a quien podia matar ahora? me preguntaba mientras, mi paranoia iba en aumento, que por cierto era la cancion que empezaba a reproducirse en mi aparato de reproduccion MP3 Paranoia

-Oye coleguita azul, ¿se te ocurre algun humano al que matar?, o prefieres que lo aga todo a mi manera, se mejor a mi manera.- Nuevamente empece a escribir en la Death Note esta vez me iba a cargar a todos los psiquiatras que hasta la fecha me habia, hecho tomar esas asquerosas pastillas para el auto control.

-¿Queriais auto control? ja.- Entonces mientras la musica seguia sonando empece a escribir, los nombres de los psiquiatras y las causas de su muerte, mi primer psiquiatra, causa de la muerte, muerto por un incendio, el segundo iba a ser atracado y asesinado y por ultimo el psiquiatra de la escuela, seria atropellado por un coche.

-¡Jajajajajaja ¿quien es el loco ahora eh?!- Exclame totalmente ido de mi.

-Quieres decir que viviria menos solo por tener tus ojos y ¿ver la esperanza de vida de una persona?, me parece que no coleguita, poco me importa la esperanza de vida de una persona que no sea yo en estos momentos, lo que si quisiera es ver la cara de la gente cuando muere, tio debe de ser algo alucinante poder sentir, como matas a alguien mientras le miras a la cara diciendole ''Si e sido yo''- Dije contento mientras me volvia a encender un porro.